Sunday, May 14, 2006

Hola a todos y todas



Saludos para todos en primer lugar. Tardo en aportar algo a este coloquio tan peculiar porque uno va como va. Pero sobre todo porque me cuesta mucho esfuerzo escribir. De todas maneras ante semejante iniciativa me siento obligado a contaros algo.


En primer lugar, creo entender que todos estamos de acuerdo en que el problema es de fondo y no de forma. No digo que no tengamos que opinar sobre edificios concretos por bonitos/feos, mejores/peores… es inevitable y tarea entretenida para las horas de café. También creo que estas valoraciones tendrían que estar ya y claramente en un segundo plano.

Por motivos laborales he estado viendo una pila de proyectos de los GATEPAC (una expo que se esta montando para el museo de historia y que se inaugura el día 18 de mayo). Entre todo aquello hay cosas bonitas y feas, grandes y pequeñas, divertidas y aburridas, pero de todos (o de la suma de todos) asoma el aroma de unos ideales que se convirtieron en motor de cambio para la sociedad. Todos sabemos que la han cagado mucho y en muchos aspectos pero es innegable su voluntad y aportación. Esto no es un llamamiento para la creación de un manifiesto o unas reglas, sino para intentar recordar lo que nos hemos dejado por el camino.

La arquitectura y los arquitectos siempre se han vanagloriado de ser puente entre técnica y arte, sociedad e individuo, uso practico y uso espiritual… (lista interminable de contradicciones irresolubles). La realidad es que tenemos que torear estas contradicciones con nuestros principios, nuestros anhelos, nuestro orgullo, nuestras ansias de grandeza, nuestra sensibilidad… Todas estas dudas y temores que tenemos a diario son imposibles de arrastras y trasladar si no se tiene un fin o un objetivo (en aquel infinito utópico)


La educación esta fatal, es cierto. Pero hace lo que puede y sin objetivos navega sin rumbo (Como navega toda la sociedad a merced de un ente/monstruo global). Vivimos en el cielo de la estadística con los parpados cerrados por sueños prefabricados. Por eso creo que los únicos culpables de que nuestra voluntad este ahogada somos nosotros mismos en cuanto individuos, en cuanto arquitectos y que las cosas hay que cambiarlas empezando por uno mismo, desde que suena el despertador hasta cuando nos vamos de baretas.

Es realmente necesario que contemos estas cosas, nuestras cosas y cada uno las suyas. Llevo toda la semana pensando a mayor profundidad de la habitual (un poco más hacia allá de lo normal) y es de agradecer.


Releido lo escrito me doy cuenta (abergonzado) que no he dicho nada. Que lo único que hago es intentar justificarme, justificarnos. Así que lanzare una pregunta: como es posible que se hable tan poco del urbanismo y tanto de las fachadas? Será que es que los políticos obtienen más votos por una buena foto de fachada que por un buen barrio supongo…

Un abrazo a todos/as.


RAFI--------------------------------------------IFAR

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