Friday, May 12, 2006

la imagen crítica

hola a todos
respuesta desde lapuertadealicia (madrid)
ante esta intensidad de reacciones, nos sentimos en la obligación de aportar un escrito más.
os mandamos un texto (que nos interesa mucho) de Josef Albers, del "VI. Internationaler Kongress für Zeichnen, Kunstunterricht und Angewandte Kunst in Prag, 1928" ("Sexto Congreso Internacional de Dibujo, Educación Artística y Artes Aplicadas de Praga, 1928"), publicado en Praga 1931.

de este texto, y de nuestra visión "personal" (o dual), extraemos algunas ideas:

1. la imagen crítica
sobre el interés de la crítica radical (viva Tafuri). plantear desde que punto(s) de vista criticamos, qué criticamos, a dónde nos lleva la crítica, qué buscamos con la crítica... qué información manipulamos para establecer nuestra crítica. debido al bombardeo de imágenes en los medios de difusión, basamos a menudo nuestra crítica en respuesta a las imágenes. ¿tiene sentido o sirve criticar la imagen? desde la imagen la crítica se basa en parámetros de forma, composición, estética..., parámetros que parecen "obsoletos" o por lo menos insuficientes para establecer una crítica adecuada a la complejidad contemporánea.
(carlos: van 8 críticas y 9 imágenes, repite con nosotros)

2. ¿ - oficio y + inventiva ?
sobre la experimentación. para este tema nos remitimos directamente al texto de Albers que juzgamos mucho mejor que lo que podemos escribir nosotros. esperamos vuestros comentarios al respecto.

un saludo a todos

paul y ophélie



EDUCACIÓN CREATIVA

[...] La mejor enseñanza es la experiencia propia. La experimentación aven­taja al estudio. El empezar "jugando" desarrolla la valentía y lleva con natu­ralidad a un construir imaginativo, además de potenciar el tan importante instrumento pedagógico del descubrimiento.[...] La inventiva es el objetivo. La invención, incluso la re-invención, es la esencia del trabajo creativo (el oficio es una herramienta y, por tanto, secundario). La enseñanza de las téc­nicas profesionales inhibe la inventiva [...] Los pioneros a menudo empie­zan sin profesión [...] De modo que buscamos primero el contacto con el material, el campo más general, más amplio. Tenemos para ello la expresión "tantear los materiales." [...] Da[mos] materiales [a los estudiantes] para que los manipul[en]. Para que los [puedan] manipular en profundidad, [les] reti­ramos todas las herramientas. Tenemos un buen surtido de herramientas y pequeña maquinaria en el taller de principiantes, pero las mantenemos guar­dadas al principio y, especialmente, al comenzar un nuevo capítulo en el estudio de los materiales. Esto obliga a empezar a pensar y a hacer por pro­pia cuenta, sin enseñanzas condicionantes, sin método, y sin herramientas. y esto ocurre con gran facilidad y en competición sin límites.
La restricción sobre el uso de las herramientas pronto evidencia una limita­ción en la aplicabilidad de los materiales, en la medida en que son conoci­dos. Algo que es conocido ya no puede ser inventado. Un ejemplo: "fuera", es decir, en la industria y artesanía, el papel se usa como una lámina plana y se encola. En el proceso, una de las caras del papel suele perder la expre­sividad. El borde apenas se usa.
Esto nos induce a usar ambas caras del papel, en vertical o plegándolo o escultóricamente, poniendo el énfasis en el uso de los bordes.
En lugar de encolar, unimos los papeles cosiéndolos, con botones, rema­ches, alfileres; en otras palabras, los unimos de mil modos. Analizamos las posibilidades de su resistencia a tracción y a compresión.
Con ello no siempre creamos "obras de arte", sino más bien experimentos. No ambicionamos llenar museos: estamos acumulando "experiencia". Nuestro modo de tratar los materiales es intencionalmente distinto del de "fuera". Pero no por principio. No por hacer cosas diferentes (eso sería dar importancia a la forma); es más bien no hacer las cosas del modo que otros las hacen (esto es dar importancia al método). Es decir, no queremos imi­tar, sino iniciar una búsqueda propia, y aprender a descubrir las cosas por nuestra cuenta - queremos aprender a pensar constructivamente.
Después también encolaremos el papel, pero sólo después de haber proba­do otros métodos y de haberlos encontrado inapropiados.
Para estar aún más seguros de evitar el uso de los materiales en su aplica­ción conocida, preferimos trabajar con materiales o elementos para los que no se haya encontrado aún un uso o aplicación, o cuyo tratamiento no sea aún conocido. Por ejemplo, construimos con paja, cartón ondulado, tela metálica, celofán, pegatinas, periódicos, papel de pared, goma, cajas de cerillas, confeti, agujas de fonógrafo y cuchillas de afeitar.
Al experimentar, los estudiantes descubren a menudo que lo que creían una innovación ya existía en realidad. Pero ello no es un problema pues el efec­to buscado es esa experiencia que el estudiante ha obtenido por sí mismo y ahora posee, pues la ha aprehendido, no es simplemente que se la hayan enseñado [...]
Sabemos que este proceso de aprendizaje por experimentación lleva más tiempo, incluye rodeos y vías muertas. Pero en los principios las cosas no siempre son como serán. Para andar se comienza a gatas, y los bebés parlo­tean sin sentido según aprenden a hablar. Y los errores identificados esti­mulan el avance. Los caminos indirectos y el sistema de prueba y error agudizan el sentido crítico, enseñan por experiencia y estimulan el deseo de hacer las cosas mejor y con mayor precisión. La experiencia conseguida jugando con los materiales se comunica con más facilidad entre estudiantes que a través de un profesor, mayor y más distante. Por eso es bueno que los estudiantes comenten su trabajo casi diariamente, y que tengan así que jus­tificar lo que han hecho.
Exigimos justificación exhaustiva de la elección del material, el modo de trabajar con él, y las formas que se utilicen. Los proyectos se evalúan según la proporción "esfuerzo-resultado".
Añadir dos elementos debe resultar en algo más que en la simple suma de ambos. Debe resultar también en una relación. Cuanto más se refuercen mutua­mente esos elementos, más valioso será el resultado, más eficaz el proyecto.
De este modo se enfatiza un aspecto muy importante de la enseñanza, la economía. Economía de trabajo y materiales, usados de la mejor manera para obtener el resultado deseado.
El ahorro en la práctica [se consigue] mediante la planificación [...] necesa­ria antes de toda construcción [...]. Los nuevos materiales sólo serán acep­tados cuando la razón de su uso haya sido justificada. Se deben hacer prue­bas preliminares con las muestras más pequeñas, y cuando se vaya a traba­jar con materiales caros, las pruebas se deben realizar, en la medida de lo posible, con otros más baratos. El uso de cualquier material debe dejar el menor desperdicio posible.
El ahorro pone un acento en la ligereza. El volumen es fácilmente superado por el plano. Las construcciones lineales tienen incluso mayor interés. El mayor interés lo despierta la concentración en un punto o la relación entre puntos.
El interés se refuerza aún más cuando los elementos matemáticos [apare­cen] como elementos "negativos", es decir, como vacíos o relaciones de escala. Esto da resultados más fuertes y coherentes.
Quizá el único aspecto totalmente nuevo, y probablemente el más impor­tante, del lenguaje formal actual, sea el hecho de que los elementos "nega­tivos" (lo residual, lo intermedio, lo substraído) se hagan activos[...]
La discusión sobre los términos positivo y activo, negativo y pasivo, es una oportunidad para explicar el origen sociológico de nuestro lenguaje formal. Otorgar el mismo valor a elementos "positivos" y "negativos" imposibilita la existencia de "residuos" [...] Ya no establecemos diferencias entre los elementos "sustentantes" y los "sustentados", entre los "sirvientes" y los "servidos". Cada elemento o componente debe "contribuir" y ser "contri­buido" a la vez, debe ser "sustentante" y "sustentado". Así el marco y la base que deben "elevar” el objeto se vuelven superfluos. Nos desharemos del "monumento" que, sobre una gran base sustentante, no lleva más que un pequeño objeto sustentado.
Si en una forma hay algo que no sea útil, entonces se han hecho mallas cál­culos, pues entonces la casualidad está jugando algún papel, yeso no tiene justificación. Además no tiene sentido, pues la causa suele ser el hábito.
La economía [...] se busca comprobando la capacidad máxima del material (dimensiones máximas con esfuerzos máximos), la resistencia máxima a tracción y a torsión, las mejores uniones, la dimensión mínima de la base, [...] Aumentar los esfuerzos hasta el punto de rotura evidencia el límite y nos lleva a elegir otros materiales semejantes u opuestos. Así surge [...] el deseo de combinar y mezclar varios materiales resaltando sus propiedades [...]
Aprender de este modo, poniendo el énfasis en las consideraciones técnicas y económicas en lugar de en las estéticas, resulta en actitudes estáticas y dinámicas; demuestra la relación entre las propiedades técnicas y orgáni­cas, negando su oposición. Además de llevar a pensar en términos reales de construcción, potencia la rara habilidad de la visión espacial. Proporciona una base para un intercambio colectivo y amistoso de experiencias y [esta­blece] una base de acuerdo sobre los principios generales y contemporáne­os de la forma, moderando las exageraciones del individualismo, sin limitar la verdadera individualidad.
El individualismo no es en principio un objetivo de la escuela, pues el indi­vidualismo enfatiza lo particular y lo apartado. Es tarea de la escuela el integrar al individuo en la sociedad y su economía y hacerle compartir las actividades de su tiempo. El cultivo de la individualidad es tarea del indivi­duo y no de un esfuerzo colectivo como es la escuela. La escuela puede cultivar el individuo de forma pasiva, no interfiriendo en su desarrollo per­sonal [ ... ] La economía social debe rechazar el culto a la personalidad del actual sistema educativo. La individualidad productiva se establece sola, sin la ayuda de, e incluso a pesar de la escuela.
Llegamos ahora a otro campo, más formal y más libre, de la experimentación, los llamados ejercicios con la "materia". Se alternan repetidamente durante el semestre con los ejercicios con los "materiales". Los ejercicios con la materia no se ocupan de las cualidades intrínsecas del material, sino con su aspecto externo. Se exploran las relaciones entre epidermis, por semejanza o contraste. "los iguales se atraen" y "los opuestos se atraen". Igual que un color influye en otro en timbre, intervalo, tono y tensión, también se relacionan las cualidades superficiales visuales o táctiles, experimentadas con las yemas de los dedos. Igual que el rojo y el verde son complementarios, resultando el contraste y el equilibrio, igualmente los ladrillos y la arpillera, el vidrio y la cera, el papel de aluminio y la lana, el algodón y las chinchetas se relacionan entre sí.
Clasificamos los tipos de superficie de acuerdo con su estructura, factura y textura. Se utilizan gráficamente, en lugar de en construcciones materiales para que las cualidades espaciales, intersecciones, mezclas, interpenetracio­nes, ocurran por ilusión ...
[El interés concreto en la exploración de la "materia" apareció en períodos especialmente volcados en la estructura; se ha] perdido casi completamente desde el período gótico. Entonces aún sabían combinar madera con hierro y color, [o] piedra, vidrio y color, hasta que el renacimiento empezó a levan­tar fachadas de un solo material y a coser prendas con el mismo tipo de tela de la cabeza a los pies.
[... además] traducimos y producimos facturas y estructuras. El comentario en grupo de los resultados de los ejercicios lleva a una observación precisa y a una nueva forma de "mirar". Estas sesiones muestran qué cualidades formales predominan hoy - armonía o equilibrio, ritmo o escala, propor­ción geométrica o aritmética, simetría o asimetría, radial o lineal - y de acuerdo con ello, cuál tiene mayor interés - forma complicada o elemental, multiplicidad o simplicidad, composición o construcción, misticismo o higiene, volumen o línea, belleza o prudencia, retratos de ancestros o ino­doros.
El [...] método inductivo de enseñanza intenta desarrollar la responsabili­dad y la autodisciplina - para con nosotros mismos, el material, y el traba­jo. Dejando que el estudiante trabaje con diferentes materiales y herramien­tas, y llevándole a visitar diferentes industrias, el método le ayuda a encon­trar las áreas y los materiales que le son más afines, pudiendo ayudarle a determinar su vocación [...] Intenta ser una enseñanza en la flexibilidad proporcionando la base más amplia posible [...] para evitar que la especiali­zación posterior quede aislada. Pretende llevar a la forma económica.
Este método se alza en claro contraste con la escuela vocacional que "inculca" los oficios manuales [...] Si se hace "un poco" de ebanista, "un poco" de sastre y "un poco" de encuadernador, se llega al diletantismo en el peor sentido de la palabra [...] El "también" aserrar, "también" cepillar (lo más difícil de la ebanistería) y "también" cortar y encolar cartón, que­dan como trabajos estériles, sólo sirven para mantenerte ocupado. No satis­facen una necesidad creativa.
De modo que nada de "jueguecitos", sino construcción [...]

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